Curiosamente, en la actualidad, donde se supone que existe una libertad de expresión en todos los ámbitos, el carnaval está organizado desde las instituciones, si bien siguen siendo las chirigotas populares las que componen y cantan estribillos más o menos picantes o hirientes, pero ya no tiene esa función social de desahogo a la que aludía anteriormente, puesto que por fortuna, hemos alcanzado un estado de derecho en el que las libertades, se supone, pueden ejercerse a diario. Los cantos de carnaval abundan en la música tradicional, los hay para todos los gustos:
En el tronco canta el búho
y en la torre la cigüeña
y las tres de la mañana
el borracho el la taberna.
A la una canta el gallo,
a las dos la tortolita,
a las tres los ruiseñores
y a las cuatro ya es de día.
Eres tu la más bonita
que en el pueblo se pasea
la rosa más encarnada
que cría la primavera.
Dónde estuviste anoche
que mis ojos no te vieron
y llorando como un niño
mis ojos no se durmieron.
O aquél que popularizó en su día el grupo "Nuevo Mester de Juglaría"
Un domingo de estos carnavales
una chiquilla quiso bailar y pasó la noche discurriendo
de qué modo se iba a disfrazar
pero el padre que es un escamón de holajata
le ha hecho un disfraz, y la chica que es mucho más lista ,un abrelatas se fue a comprar.
Es la chica segoviana la mujer que yo más quiero
son sus ojos más bonitos que la lunita de enero...
A veces en los cantos de carnaval se mezclan lo profano y lo sagrado...
Carnavales carnavales ,
cuántos tardáis en venir
para ver a los borrachos
de la taberna salir.
Es María la espiga del trigo
San José la rama
y el Niñó la flor
el Espíritu Santo
es el grano
donde está metida
la gracia de Dios.
A pesar de los años de prohibición, el carnaval no dejó de estar presente de una u otra forma en la sociedad española, sobre todo en las zonas rurales, en los que se "celebraba" casi siempre en forma de cierto personaje, el "Pero Palo" en la comarca de La Vera, en Cáceres, o el muñecote de paja en ciertas zonas de Castilla, siempre un elemento de "descarga" por parte de la comunidad. En mi opinión, son estas celebraciones tradicionales antiquísimas las que poseen mayor valor porque en ellas se encuentran incluidos elementos atávicos muy interesantes que corren el riesgo de perderse a causa de la despoblación sufrida en estos núcleos.
Por otra parte, este año han coincidido en Segovia los carnavales con las "Águedas", celebración de origen medieval en la que se recuerda cómo el Alcázar fue tomado a los moros gracias a la ayuda de las mujeres de Zamarramala, que con sus trajes coloristas y sus bailes entretuvieron a los centinelas. En esta localidad, coincidiendo con la fiesta dedicada a Santa Águeda, fue concedido que una vez al año mandaran las mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario